Los cuidados que todo niño recibe a través de sus padres son saludables cuando se dan sin excesos. La sobreprotección puede ser vista como una forma de amar pero muchos padres desconocen el daño que les hacen a sus hijos, formando pequeños caprichosos y con poca capacidad de adaptación.
El origen de la sobreprotección puede estar en las siguientes causas:
Padres con una infancia triste que desean entregar a sus niños todo el amor que ellos no pudieron tener.
Niños que son criados de la misma forma que fueron criados sus padres. El “Modelo sobreprotector” se repite.
La comodidad de consentir antes de educar en disciplina
La sobreprotección también nace de la “culpa”. Muchos padres dejan a sus niños solos en casa y el tiempo que tienen con ellos es para complacerlos en todo.
La ausencia de uno de los padres también origina que sobreprotejan a sus niños. Tener un hijo único, o ser muy mayores también crea mucha inseguridad en los padres, lo cual los lleva a centrar toda su atención en su pequeño.