En el útero materno, el feto presenta una gran variedad de movimientos tanto de articulaciones grandes con flexión y extensión de los brazos y piernas como de articulaciones pequeñas con movimientos finos de los dedos. Será esto el inicio del ejercicio físico desde esta etapa tan temprana de la vida, tal vez, pero sin estos movimientos desconoceríamos el perfil biofísico fetal que se completa con la frecuencia cardíaca y los movimientos respiratorios entre otros.
En las primeras semanas de vida, el masaje infantil es un buen ejercicio físico para el lactante, precisará como es lógico del concurso de los padres para tal menester pero es un buen remedio para solucionar problemas de cólicos, malas digestiones y en general constituye un momento único y muy esperado sobre todo por los bebés. Conforme el niño crece, las necesidades de ejercicio deberán aumentar ya que son fundamentales para el desarrollo tanto físico como intelectual de nuestros chicos y chicas que junto a una educación basada en el respeto, una buena dieta y un descanso adecuado son las cuatro patas del taburete ideal para llegar a una adolescencia con unos criterios que rechacen el consumo de sustancias adictivas como el tabaco, las drogas y la cultura del botellón.
Actividad física según la etapa
Según en qué etapa de la vida nos encontremos, necesitaremos o serán más recomendables una serie actividades físicas.
- Durante la etapa preescolar que abarca de los 2 a los 5 años, recomendamos ejercicios que beneficien la coordinación motora como son las actividades al aire libre ejercitando las piernas, los brazos, coordinando movimientos con juegos adecuados que diviertan y beneficien al niño o la niña como son el saltar a la pata cojo, el corro de la patata, el corre que te pillo, etc.
- Durante la etapa escolar que abarca desde los 5 a los 12 años, es primordial seguir con ejercicios que fomenten la coordinación por lo que son muy recomendables la danza, el judo, la natación y los deportes en equipo como el fútbol, balonmano, baloncesto, etc. Es muy importante además de educar a nuestro hijo en el deporte el transmitirles unos valores de deportividad que en muchas ocasiones masacramos con nuestra actitud como espectadores al asistir a un partido de fútbol en que participa nuestro hijo, jaleando y provocando situaciones absurdas con enfrentamiento verbal y en algunos casos físico con los padres de los niños del equipo contrario. Es esencial la educación en esas circunstancias ya que los niños se fijaran en nuestra agresividad y serán adultos agresivos.
- Durante la pre adolescencia, el atletismo es una buena alternativa al igual que la natación y los deportes en equipo, siendo muy importante el que sean competitivos pero no vale el ganar a cualquier precio. Aquí es primordial el vigilar los hábitos alimenticios para que sobre todo las niñas no den prioridad a su figura sobre su salud, intentando por la competitividad existente por ejemplo en la gimnasia rítmica, el intentar llegar a cotas de peso que en algún caso puede rallar en lo patológico.
- En la adolescencia, cualquier deporte es bueno, utilizando el material adecuado siempre en cada circunstancia para evitar accidentes prevenibles con un buen equipo. Muchos adolescentes intentan esculpir su figura en el gimnasio mediante aumento de la masa muscular machacándose a fuerza de pesas y repeticiones. A estas edades es poco recomendable el aumento de la masa muscular ya que el crecimiento está aun en marcha y se puede ver alterado ante una masa muscular compacta que impide la elongación del muscular al crecer el hueso.
Por último, un buen deporte diario es el andar y subir escaleras, es barato y no requiere material especial. El caminar fomenta la relación con otros niños y facilita el diálogo entre ellos lo que redundará en el respeto y la amistad entre ellos.