Cada miembro de la familia debe conocer el problema del niño, de este modo será más fácil la convivencia y más llevaderos los tiempos de juego: el pequeño debe participar activamente, como el resto de tus hijos, pero con cierta ayuda de ellos.
A pesar de los cuidados especiales requeridos para el niño con discapacidad auditiva, es necesario que no descuides a tus otros hijos. Si bien, todo depende del nivel de limitación del niño, el apoyo entre los padres ayudará a balancear las responsabilidades.
Cuando esto no sucede, la falta de organización en el núcleo familiar causará descontento entre los hermanos del menor, quienes de cierta manera asumirán nuevas tareas y sentirán la ausencia de sus padres.
Al igual que los niños sordos, aquellos con limitaciones para escuchar necesitan ser apoyados de manera similar. Te enseñamos cómo: