Los niños necesitan aprender desde pequeños cuán importante es mantener la unidad con sus hermanos. Un vínculo sostenido en el amor y la confianza será el ideal para que a lo largo de sus vidas se apoyen incondicionalmente.
Un hermano se convierte en el inseparable compañero de juegos, en una compañía y alguien a quien se recurre cuando se esta en dificultades
Durante la pubertad los hermanos(as) pueden hacer de confidentes. Es una etapa donde comienzan a surgir los primeros amores
Entre 2 ó 3 niños es más fácil organizar las labores en casa; y solucionar los eventuales dificultades
Desarrollan la tolerancia, saben que deben esperar, compartir y entender cuando las situaciones no se hacen a su manera
Muestran más disposición para relacionarse con sus pares. Además adquieren mayor desenvolvimiento si tienen hermanos(as) del sexo opuesto que los ayude a lidiar con la diferencias de género.