Existen algunas señales y situaciones que te pueden hacer sospechar que algo no anda muy bien en la audición de tu hijo, como son:
- Tu bebé no se despierta ni muestra sobresalto ante cualquier ruido del medio ambiente.
- Si tiene más de 3 meses y no voltea cuando lo llamas.
- Si hace mucho ruido durante los juegos.
- Si tu bebé tiene más de 1 año y todavía no balbucea ni se vuelve o contesta ante los sonidos y las llamadas normales de un familiar.
- Si a los 2 años de edad aún no dice papá ni mamá, y solo atiende órdenes sencillas y básicas sin mirar a quien las produce.
- Con más de 3 años, no dice palabras, sólo emite ruidos que no se entienden.
- Con más de 5 años aún habla como bebé.