Los parásitos son adquiridos a través de los alimentos contaminados y por la tierra. Todo niño corre el riesgo de adquirirlos, a pesar de que le des alimentos perfectamente desinfectados, ya que están en plena etapa de crecimiento y explorando el mundo que los rodea.
La manera más común de adquirirlos es a través de la tierra, pues los niños se meten gran cantidad de objetos a la boca, que si bien encuentren “limpios”, siempre corren el riesgo de que adquieran alguna infección y/o parásito.
Recuerda que la mejor manera de eliminar del cuerpo dichos bichos es desparasitando a tu niño; pues si no desparasitas puede generar desde una simple diarrea hasta una gastroenteritis, y si no se atiende correctamente puede ocasionar la muerte.