La forma como tus hijos se desenvuelvan en la escuela dependerá en gran parte de si aprendió o no a cumplir con sus deberes mientras era aún muy pequeños (guardería) o en la etapa previa a la escuela primaria.
Es usual ver a las madres dedicar varias horas a la semana para reforzar los conocimientos de sus hijos en la escuela, pero en sus primeros años conviene guiarlo, explicarle cuales son sus responsabilidades y qué le gustaría pintar o dibujar, saber cuales son sus motivaciones. Entrar un poco en su mente e iniciar algunas preguntas simples serán útiles para incentivar su capacidad de razonamiento.
Los padres a veces se encuentran haciéndoles las tareas a sus hijos, tratan de evitarse disgustos cuando notan al pequeño indiferente, irritable o mal humorado. Sin embargo en nada lo ayudarán , por el contrario será un daño que de permanecer en el tiempo afectará sus hábitos de estudio en un futuro. Para evitar esto, puedes ofrecerles recursos para que resuelvan sus dudas, por ejemplo, webs con ejemplos de gramática u ortografía.
Sé cuidadosa y crea un espacio apropiado en casa donde tu niño esté libre de interrupciones. Desde que está en la guardería acostúmbralo a un horario fijo, variable conforme vaya creciendo.
Si es muy chico (1-2 años) con 15 minutos de práctica diaria será suficiente, en la etapa preescolar (3-6 años) 45 minutos y así ir aumentando de acuerdo a su edad.
