Nuevamente el juego se convierte en el elemento principal para enseñarle a un niño como debe comunicarse. Es una corrección indirecta que da resultados durante sus primeros años de vida. Pequeños seguros y más expresivos, ese es el ideal. Da un vistazo a las siguientes sugerencias.
Cuando los niños tienen dificultad para pronunciar una letra específica, por ejemplo la “R” o la “J”, probemos alargando el sonido de la palabra, así dices “Raaaaatón” en vez de ratón.
Amplia su vocabulario empleando distintas palabras que pertenezcan a una misma categoría. Si mencionas “juguetes”, le recuerdas sus legos, rompecabezas, pelota, etc. Empieza desde los más sencillos y complementa su léxico infantil con ayuda de cuentos o canciones
Corrígelo sin necesidad de mostrarte claramente su error. Si de pronto ellos dicen “Yatoncito rosado”, entonces tu puedes crear una canción la unión de sílabas “Ra” se vea acentuada. “Las ra-ra-ra mas del árbol…»
Finalmente en el diálogo espontáneo con tu hijo también es de gran utilidad para ayudarlo a mejorar su lenguaje. Dile que te comente qué fue lo mejor o lo peor de su día, y así con sus propias palabras el empezará a mencionar verbos, adjetivos y también pronombres.