Dedicados para los más pequeños de casa, las siguientes adivinanzas los pondrán a meditar y con un poco de habilidad pondrán nombre a los artículos más representativos del hogar.
Somos muchos hermanitos, en una sola casa vivimos, si nos rascan la cabeza al instante morimos.
(Los fósforos)
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor; y sin ser ni mar ni río peces en mí he visto yo.
(La sartén)
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
(El espejo)
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, si la misma cara pone, la misma le pongo yo.
(El espejo)
En el campo fui nacida vestida de verdes ramas y al pueblo me trajeron para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, más yo todo lo reparto porque no sé comer nada.
(La mesa)
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
(La escoba)
