Nunca lo obligues a comer. La idea es curar el trastorno desde la mente, cuando atacas desde las acciones el efecto puede ser totalmente contrario.
Deja la culpa a un lado. Si cometiste errores, míralos y aprende de ellos. Es momento de buscar soluciones por el bienestar de tu hijo.
Pide ayuda profesional. El tratamiento de la bulimia o la anorexia no solo involucra a los padres, amigos y a la persona afectada. Los psicólogos son una pieza importante para la recuperación del paciente.
Recuerda que el comportamiento del adolescente se debe a un trastorno mental. Es un error confundirlo con la rebeldía propia de esta edad y corregir su actitud con dureza para lograr un cambio.