No controla por completo sus emociones. Se desborda con facilidad en momentos estresantes o eufóricos.
Entiende las diferencias de pensamiento pero le cuesta ceder cuando está en juego su opinión (egocentrismo)
Son olvidadizos (distraidos), aveces desordenados y un poco atolondrados.
Los conflictos con padres y hermanos se vuelven más intensos. Quiere tener más participación en las decisiones que lo involucran, añora ser protegido por sus progenitores pero su deseo a más independencia es superior. El rechazo a las muestras de afecto son recurrentes en esta etapa.
Eligen a sus amigos según gustos o aficiones similares. Aparecen los primeros confidentes, las miradas hacia el sexo opuesto y los noviazgos.