Si estás amamantando a tu bebé y tus pechos producen tanta leche que incluso fluye por el pezón cuando tu bebé no está mamando, puedes utilizar almohadillas de lactancia. Las almohadillas te protegerán los pechos y la ropa de la pérdida de leche.
Además de la incomodidad que supone que tus pechos goteen leche, no es conveniente que la piel de los pezones permanezca húmeda. Puedes protegerte los pechos y la ropa de las pérdidas de leche colocando algún material absorbente dentro de las copas del sujetador, como las almohadillas de lactancia o los absorbeleches.
Si vas a usar almohadillas de lactancia, elige las que no estés recubiertas de gasa, pues ésta podría quedarse pegada. También puedes probar con las almohadillas lavables y reutilizables, preferiblemente con las de algodón, pues las de fibra sintética no son tan absorbentes. Cámbiate las almohadillas con suficiente frecuencia, para procurar que tus pechos estés siempre secos, pues la humedad cerca de la piel es un campo de cultivo ideal para la proliferación de bacterias.
Las pérdidas de leche suelen ser más habituales durante las primeras semanas de lactancia, tendiendo a desaparecer a partir de los dos meses.