En esta etapa el bebé muestra una conducta diferente a los meses anteriores, cuando le sonreía a todo el mundo, ahora se muestra tímido e introvertido frente a extraños, llora si la mamá o papá se alejan. Son reacciones lógicas asociadas a la percepción y el desarrollo, una etapa a la que los especialistas llaman la “angustia del octavo mes” (comprende el sexto y octavo mes del bebé).
En esta etapa, el niño busca el rostro de su madre o de la persona que lo cuida, prefiere rostros familiares frente a la imagen de alguien desconocido para él. Esto demuestra que en este período el bebé tiene una relación más específica con las personas
El bebé reclama a su madre o a la persona que lo cuida más de lo usual, quiere en todo momento su atención, su compañía, sus besos y sus abrazos, lo cual podría ser una etapa estresante tanto para el bebé como para la madre. También, el bebé se despertará y llorará con fuerza, la falta de su madre y los sueños serán la causa.
Es importante la paciencia y compresión por parte de los padres, ya que es una etapa corta y necesaria para la maduración psíquica (el bebé necesita un espejo donde reconocerse), y emocional (relacionarse con su entorno) del bebé.
Tu actitud como madre o padre tiene que ser muy especial, debes ofrecerle confianza y seguridad a tu bebé.