Es sorprendente cómo niños muy pequeños (3 años) aprenden a contar sin mucho esfuerzo. Algunos lo hacen a manera de juego guiados por sus padres y otros gracias a un desarrollo superior en el lenguaje logran captar los números en conversaciones de adultos, e incluso sin entender su significado son capaces de enumerar hasta el 10.
En algunos hogares los padres ayudan a sus hijos a manejar el concepto de número sin apelar a la memorización. Lo negativo de aprender memorizando es no llegar a comprender y a retener por ejemplo el procedimiento de una suma o una resta.
Lo contrario sucede cuando se razona en las cantidades desde muy temprana edad. Con preguntas sencillas los niños pueden encontrarse sumando aún cuando no lleguen a los 5 años de edad. Si tu hijo ya sabe contar sin entenderlo siquiera, pídele que te alcance diferentes objetos en casa mientras va enumerándolos. De esta forma un lápiz será el número(uno), una pelota será un (dos) y así sucesivamente.