Como padres, debemos dar al niño todo nuestro apoyo. Tratemos de actuar con normalidad, sin dar demasiada importancia a sus temores. Hay que demostrarle que no pasa nada por acariciar a un perro, acercándonos nosotros mismos a él. Pero ten paciencia, tienes que darle tiempo al pequeño para enfrentarse a lo que teme.
Aquí te indicamos algunos consejos para ayudar a tu hijo a superar su temor a los perros:
NO reírnos de él. No hay que ridiculizarle, si no intentar entender su miedo y su sufrimiento.
NO hacerle chantaje. Puede que esto funcione en el momento, pero es un mal recurso que, a la larga, no sólo no solucionará su temor, sino que incluso le volverá más miedoso.
NO enfadarnos. Esto afianza sus miedos y su sensación de desamparo e incomprensión. Tenemos que mantener un clima de respeto a su temor y un diálogo cariñoso y confiado en todo momento. Hay que explicarle con cariño y paciencia que los perros no suelen morder, que lo que quieren es jugar con nosotros…