Uno de los momentos más complicados para un padre adoptivo es el momento en que se plantea cómo explicar a su hijo sus orígenes. Generalmente es un tema que crea cierta incertidumbre y miedo en los padres, preocupados por las posibles reacciones de rechazo o de incomprensión por parte de los hijos. Saber cómo explicarle su pasado a tu hijo es importante para ambos.
Durante años han existido muchas dudas sobre cómo actuar ante el asunto de explicarle a un hijo que ha sido adoptado sus orígenes. Hay diversas opiniones, a veces incluso se ha llegado a recomendar ocultar la información. Sin embargo, los expertos recomiendan no ocultar este tipo de información a tu hijo por muchas razones. Principalmente no es justo para tu hijo ocultarle sus orígenes, ya que son parte de su identidad. Pensar que ocultándoselo le estáis protegiendo es una idea errónea. Además, es fácil que vuestro hijo pueda acabar enterándose más adelante por otras vías, que alguien se lo diga o que encuentre la documentación de la adopción y el choque sería mayor, además de provocar un sentimiento de decepción y de haber sido engañado profundos.
Lo mejor que podéis hacer según muchos expertos en la materia es explicárselo poco a poco. Como cualquier aspecto complejo de la vida, como la religión o el sexo, vuestro hijo irá asimilando mejor la información si se lo explicáis poco a poco. Es decir, partid de ideas sencillas y poco a poco ofreced más información, según vuestro propio hijo vaya preguntando.
Debéis evitar esperar a un momento concreto y decírselo todo a la vez, ya que podría chocarle descubrir tanta información a la vez. No intentéis evitar el tema si vuestro hijo os va preguntando cosas. Es normal que cuanto más mayor se vaya haciendo vayan surgiendo nuevas dudas. Si vuestro hijo ve que tratáis el tema con normalidad él mismo aprenderá a verlo como otro aspecto más dentro de su identidad. No os asustéis si algunas cosas que quiera saber le causan algo de angustia o pena, es parte del proceso de duelo por el abandono. Lo importante es que tengan siempre en cuenta lo mucho que les queréis y que no están solos.
Recordad empezar poco a poco, desde que empiezan a hacer sus primeras preguntas hasta que necesitan más información o se vuelven más curiosos con el tema. La identidad de una persona es como un edificio, hay que partir de los cimientos para que sea sólido. Si desde un principio y poco a poco le explicáis vuestra particularidad como familia adoptiva, mejor lo entenderá.