Un error frecuente que pueden cometer los padres es presentar a sus hijos un nuevo compromiso, al poco tiempo de haberse producido su divorcio o separación.
En muchos casos la edad del niño no le permitirá asimilar esta nueva relación como lo haría una persona madura, el pequeño recién empieza a recuperarse del divorcio de sus padres como para tener que lidiar con la presencia de una tercera persona.
Cuando no se tiene cuidado desde el momento mismo de darles la noticia, los niños crecen recelosos y esquivos frente a este nuevo compromiso. Además la situación se complica mucho más si la pareja permanece cerca solo unos meses. Se convierten en “novios(as) eventuales” que confunden e ilusionan a los niños.
Lo recomendable es acercar al niño cuando la relación sentimental sea seria y estable; mientras eso no suceda es mejor retrasar el encuentro. Al mismo tiempo, recuerda lo importante que es mantener el vínculo entre el niño y la mamá o el papá que biológico, el peque debe tener claro que la nueva pareja de su padre o madre no es un sustituto.