Los niños autistas, desde temprana edad, presentan rechazo al afecto, no les gusta que los abracen, los besen y mucho menos que los carguen. Durante la infancia muchos comienzan a mecerse y/o golpearse la cabeza en la cuna o en alguna pared de la casa.
Los niños con autismo generalmente exhiben por lo menos la mitad de las características señaladas a continuación, pues los síntomas pueden oscilar de leves a graves y varían en intensidad.
- Dificultad en juntarse con otros niños
- Resistencia a cambios de rutina Risa y sonrisa inapropiadas
- Ningún temor real a los peligros
- Poco o ningún contacto visual
- Insensible a métodos normales de enseñanza
- Juegos raros ininterrumpidos Aparente insensibilidad al dolor Ecolalia, en vez de mantener una conversación, los autistas repetirán simplemente una frase que refleje una necesidad o deseo. Prefiere estar solo
- Puede no querer abrazos de cariño o puede acercarse cariñosamente
- Hace girar los objetos
- Demasiada o poca actividad física que se manifiesta en lo extremo
- Las rabietas, exhibe angustia sin ninguna razón aparente
- No responde a indicaciones verbales, actúa como si fuera sordo
- Apego inapropiado a objetos
- Habilidades motoras y actividades motoras finas desiguales
- Dificultad para expresar sus necesidades, con frecuencia recurre a indicaciones o gestos.
Si tu niño presenta algunas de estas características en su comportamiento, lo mejor será que lo lleves con un doctor para que lo pueda examinar. Recuerda que una intervención temprana puede mejorar las habilidades comunicativas y reducir los comportamientos extraños de tu pequeño. Así como, permitir que tú y tu familia reciban los consejos y apoyo para ayudarlos a responder a las dificultades de tu niño.