Es recomendable que los niños logren permanecer quietos mientras realizan sus deberes al menos durante 10 o 20 minutos, todo depende de su edad.
De este modo, los niños menores de 6 años podrán mantenerse atentos unos pocos minutos, a diferencia de un niño en edad escolar que ya tiene mayor control de su mente gracias a las indicaciones dadas por sus padres.
La concentración es una actividad aprendida en todos los seres humanos. Los padres tienen la labor de corregir a sus hijos cuando aún son pequeños y enseñarles a mantener su atención en las tareas escolares, a pesar de que estas no sean tan entretenidas.
Existen una serie de pautas para desarrollar la atención en los niños.