Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), los niños deben sentarse en su sitio y con la silla adecuada. Deben acomodarse en el coche de una forma determinada según su peso.
- Bebés de hasta 10 kilos (unos 9 meses)
Deben ir en capazos, con arneses de seguridad, colocados en sentido contrario a la marcha y en el asiento posterior, a ser posible en el centro. Así se reduce el riesgo de lesiones cervicales en impactos frontales y aumenta la protección en los golpes laterales. - Niños entre 9 a 18 kilos (de nueve meses a tres años)
Deben ir en sillas colocadas en sentido contrario a la marcha y en el asiento trasero (mejor en el centro) - Niños entre 15 y 25 kilos (de tres a seis años)
Deben ir en cojines elevadores con respaldo o en sillas compatibles con el cinturón de seguridad del coche. - Niños de 22 a 36 kilos (de 6 a 12 años)
Deben ir en cojines elevadores regulables en altura para lograr un buen ajuste del cinturón sobre la clavícula.