En esta segunda parte te mostramos nuevas estrategias que puedes emplear con tu niño para desarrollar sus habilidades motoras.
Busca elementos como el caminador o los bastones para que tu pequeño se ponga de pie. Si temes por alguna caída, solicita la ayuda de otros miembros de la familia.
Quizá tenga problemas para pararse en un solo pie y necesite mejorar su equilibrio. Inicia esa práctica con él, premiándolo cuando finalmente lo consiga.
Anímalo a realizar pasos largos y cortos utilizando el bastón o los caminadores. Sería muy beneficioso que el niño tomara estos objetos naturalmente, sintiéndolos parte de su tratamiento.
Procura alentar a tu pequeño indicándole como debe caminar “pasos cortos como los del ratón”, recuerda que a su corta edad este proceso también debe adoptar la apariencia de un juego.
Acércalo a las distintas actividades culturales organizadas en la escuela y en la familia. Cada ocasión será una oportunidad para que se sienta más integrado, las fiestas infantiles o los paseos suelen ser muy divertidos.
Otras actividades:
Patear pelotas:Primero grandes, luego medianas y finalmente pequeñas.
Hacer movimientos con las manos: decir adiós, estirar los brazos, hacer como si lloviera, flexionar las piernas.