Conversa con tus ‘amigos’ sobre tu decisión de abandonar las drogas. Es posible que ellos no estén de acuerdo contigo e intenten persuadirte para que cambies de opinión. Mantente firme y aléjate de ese grupo aunque te sientas emocionalmente muy unido a ellos. Si continúas frecuentándolos, tarde o temprano regresarás a lo mismo.
Sé conciente que en esta lucha las tentaciones aparecerán. Junto al especialista que sigue tu caso, familiares y tus seres queridos más cercanos; ideen un plan que siempre tengas a quien acudir en momentos de peligro. Aveces una simple conversación telefónica en el minuto más crucial te salvará la vida.
Cambia tu rutina diaria. Una vida noctura muy intensa debe ser reemplazada por diferentes actividades, que además de distraerte, no atenten contra tu salud; el deporte es una interesante opción para todos los adolescentes.
En caso no seas tú quien necesite salir de las drogas, si no una persona muy cercana a ti, lo recomendable es aconsejarle pedir ayuda. Si ves que continúa en lo mismo, no dudes en decírselo a sus padres. Una infidencia justifica la traición cuando está en juego el futuro de tu amigo.