Las manías de tu hijo pueden ser pasajeras o perdurar a través de los años afectando a otros miembros de la familia. Ayúdalo a reconocer estas actitudes y evitarlas hasta que finalmente desaparezcan. Aquí algunas pautas para lograrlo
Busca una seña específica para indicarle cuando está comiéndose las uñas, o introduciendo su dedo en la boca. Será una manera disimulada y respetuosa de corregirlo sin que otros lo noten
Muéstrale otras opciones para volcar sus energías y en este caso su ansiedad. Por ejemplo en actividades lúdicas o juguetes entretenidos.
Anima a tu niño en sus actitudes positivas y no lo regañes con dureza cuando caiga nuevamente en su manía, recuerda que es un acto cometido de forma inconciente
Ayúdalo a que enfrente este proceso como parte de su crecimiento. Si se resiste a dejar el chupete obséquiale uno a tu sobrina recién nacida para que note la diferencia.
De cierta manera resulta extraño creer que niños de 3 años puedan estresarse pero es una situación real, en donde cada día tendrán que vivir experiencias diferentes y en ocasiones difíciles de comprender.