Desde muy pequeños, nuestros hijos se rodean de elementos socializadores que ejercen una enorme influencia sobre ellos y determinan, en cierta medida y junto con los factores genéticos, la personalidad de los futuros jóvenes y adultos. La familia, los medios de comunicación, los amigos y compañeros de colegio, así como los propios maestros que, presuntamente, enseñan sólo las materias escolares, serán muy responsables del tipo de valores que el niño vaya interiorizando.
FAMILIA. En el seno de la familia es donde deberán forjarse los principios que los padres deseen que su hijo desarrolle. No debemos esperar a que nadie, en la guardería o en el colegio, haga el trabajo por nosotros. Un reto cada día más presente en los padres es educar a sus hijos sin etiquetas ni estereotipos de género. Para ello, sigue algunos consejos. |
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AMIGOS Y ESCUELA. La llegada al colegio y la integración con muchos otros niños y niñas de su edad constituirá para nuestro hijo una etapa de grandes dudas, miedos y preocupaiones que siempre intentará vencer asemejándose más a los demás. La influencia de todo su entorno, por supuesto, existirá, pero los valores que haya recibido en casa desde su nacimiento y los que recibirá también durante los años de escolarización, serán claves para combatir los agentes socializadores externos. En ese proceso, resultan útiles algunos consejos. | |
MEDIOS DE COMUNICACIÓN. Éstos son otro de los agentes socializadores más influyentes en la educación de una persona. La televisión, el cine y ahora también Internet pueden dar al niño una visión de los dos sexos estereotipada y que éste desarrolle actitudes machistas, o hembristas, en el otro extremo. Lo mismo ocurre con la imagen de fenómenos como la inmigración que, según las informaciones u opiniones que escuchen en sus casas y en los medios, pueden generar actitudes xenófobas en los más débiles. Por ello, se puede obedecer a algunas recomendaciones.
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VIDEOJUEGOS. Sus contenidos y las funciones de sus personajes representan, en muchos casos, roles muy marcados. Además, es frecuente que algunos videojuegos tengan importante presencia las actitudes violentas, por lo que es muy importante que te asegures de cómo saber si un videojuego es apropiado para la edad del niño. No echemos toda la culpa a los videojuegos si nosotros mismos no hemos tomado medidas antes.
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