Su relato necesita un inicio ordenado, detalles de los sucesos y un desenlace.
La edad del pequeño es importante para este ejercicio. Recuerda que desde los 4 años ya es capaz de expresar mejor sus ideas, lo cual es favorable para que mantenga la hilación en la secuencia de una historia.
Si se detiene, se confunde o avanza de forma desordenada en su descripción; ayúdalo a organizar sus ideas, y continua escuchándolo. Además de ser una fácil manera de ejercitar la concentración de los niños, también su memoria se desarrolla al esforzarse en recordar secuencialmente los hechos.