Siéntate con tu hijo e inicia una serie de sonidos con tu voz o con ayuda de un objeto. La idea es que hagas pausas entre cada tiempo.
El pequeño debe contar mentalmente la cantidad total de sonidos e indicarte cuantos se dieron la primera vez, la segunda y la tercera.
Varía este ejercicio con música y otros elementos, según la edad del niño.. Por ejemplo puedes hacer ruidos con la mesa, luego con una pandereta y después con un silbato.