La agresividad es otra de las dificultades que deben afrontar los niños hiperactivos, y también sus padres, que no encuentran la manera de corregir esta conducta. Descubre algunas actividades orientadas a relajar y lograr el control corporal en estos pequeños.
Somos un globo. Acompaña a tu niño en este ejercicio, solo necesitan inhalar aire y retenerlo en el abdomen (diafragma). De seguro no será tan fácil al principio pero si logras captar el interés de tu hijo será más sencillo. Cuando boten el aire, háganlo lentamente, similar al aire que se escapa por el agujero de un globo. Este es un ejercicio de meditación para niños con hiperactividad que ayuda a reducir los ataques impulsivos tras situaciones de estrés y aumenta su bienestar.
Una tortuga obediente. En este ejercicio jueguen a que el niño es una tortuga. Echado boca abajo esconde su cabeza, encoge sus piernas y también sus brazos. Puedes ir narrando una historia para hacer más entretenida la dinámica: “Cuando sale el sol la tortuga asoma la cabeza y otras partes de su cuerpo. Así la historia puede continuar mientras haces volar tu imaginación.
Carrera de caracoles. A mi parecer es la mejor de todas. En esta competencia tanto el padre como el niño inician una carrera imitando a unos caracoles, eso quiere decir que buscamos movimientos aletargados, tensando los músculos. Curiosamente el ganador será quien llegue al final y obtendrá un premio si supo seguir las indicaciones.
Todas estas dinámicas no tendrían sentido si el pequeño vive en un ambiente desordenado. Es importante tener horarios para las labores cotidianas: comer, dormir, ver televisión y hacer las tareas; así la disciplina contribuirá a disminuir los rasgos de hiperactividad.