La exclusividad a la que tu niño estaba acostumbrado en casa dejará de ser una constante en la guardería donde él junto a otros pequeños aprenderán a convivir respetando normas de conducta iguales para todos.
Conocer exactamente cual será su comportamiento es adelantarnos a los hechos, pero sin duda la enseñanza recibida en casa será una base importante para sus relaciones en la guardería. Ha llegado el momento de compartir con otros lo que hasta hace unas semanas era solo suyo: juguetes, tiempos, muestras de afecto.
Los niños son como una cajita de sorpresas, usan todas sus armas para conseguir sus objetivos. Un bebé de 2 años quizá haya notado que con solo dar unos gritos su madre corre a alcanzarle su juguete preferido, ahora en la guardería intenta hacer lo mismo con sus compañeritos sin obtener resultados.
Entonces, se preguntará, cómo lo consigo. Se le puede ocurrir primero un intercambio de juguete, o quizá con cierta impaciencia buscará morder o dar algunos empujones al usurpador. Los niños siempre se valdrán de muchas otras tácticas, pero será en la oportuna intervención de las profesoras que él logrará aprender el respeto a sus semejantes.