Aunque la lactancia materna constituye la mejor opción para alimentar a tu bebé, en algunos casos es aconsejable que no optes por ella, porque podría tener consecuencias sobre tu salud o la de tu hijo.
Así, las siguientes situaciones son los principales casos en los que la lactancia está contraindicada: si la madre ha sufrido un traumatismo en las mamas, si está infectada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), o si tiene una cantidad insuficiente de tejido glandular.
Frente a cualquier duda, consulta con tu médico. Él te indicará si es seguro y recomendable que le des el pecho o no a tu bebé.