La reincidencia de la leucemia en los niños es el blanco. Los investigadores aseguran que el descubrimiento podría conducir a medicamentos que salvan vidas.
Los científicos han identificado moléculas que permiten que las células tumorales invadan el sistema nervioso de los pacientes con un cáncer de la infancia de la sangre, un hallazgo que podría conducir al desarrollo de medicamentos que obstruyen estas moléculas y evitan la reincidencia.
En la leucemia linfoblástica aguda de células T (LLA-T), que afecta principalmente a los niños y los adolescentes, la médula ósea produce demasiados glóbulos blancos.
«En general, [la LLA-T] es tratable con quimioterapia básica y radiación, por lo que cerca del ochenta por ciento de los niños pueden ser curados», señaló en un comunicado de prensa Ioannis Aifantis, profesor asociado de patología y codirector del Programa de células madre para el cáncer del Instituto oncológico de la Universidad de Nueva York. «Sin embargo, hay un alto índice de reincidencia. Y luego de la reincidencia, no es tratable porque el cáncer aparece en lugares difíciles, como el sistema nervioso central».
En investigaciones con ratones, Aifantis y sus colegas hallaron que un receptor proteínico (CCR7) embebido en la superficie exterior de las células leucémicas permite que las células del cáncer infiltren el cerebro y la espina dorsal.
«Encontramos que las células de leucemia expresan de manera exagerada este receptor», aseguró Aifantis. «Si se elimina este receptor, estas células no llegan al cerebro bajo ninguna circunstancia».
Los investigadores también hallaron que una proteína llamada CCL21 actúa como señuelo para los receptores de la proteína CCR7. La CCL21 se halló en venas diminutas del cerebro cerca de células tumorales infiltradas.
«Quizá haya anticuerpos o moléculas diminutas que puedan bloquear la interacción entre estas dos proteínas para reducir las interacciones y, posiblemente, podrían ser usadas como un tipo de tratamiento profiláctico para prevenir la reincidencia en el sistema nervioso central entre los pacientes que ya han sido tratados por leucemia», señaló Aifantis.
El estudio aparece en la edición del 18 de junio de la revista Nature.