La visión es un sentido que nos proporciona el 80% de la información del mundo exterior, de una manera sintetizada, es decir de una manera rápida y total. Esta información llega a la corteza a través de un complejo mecanismo formado por el aparato visual que comprende el ojo, las vías nerviosas de conducción, y los centros nerviosos corticales y subcorticales.
Una persona con trastorno visual presenta una alteración en las estructuras mencionadas o en la función de los órganos visuales, cualquiera sea la causa o el grado de deficiencia visual.
Un niño con trastorno visual aprenderá a vivir en un mundo donde los sonidos, los olores, la textura o las formas que percibe son de forma diferente para el resto de personas.
Existen diversos casos de ceguera, como la ceguera congénita, o los bebes que pierden la vista al poco tiempo de nacer, los que presentan alteraciones visuales estructurales o patológicas, enfermedades progresivas que producen ceguera en la infancia o ceguera repentina ya sea por accidentes o traumatismos.
La sociedad juega un papel importante en la vida de un niño con ceguera, ya que somos nosotros quienes debemos hacer que el pequeño se sienta integrado, considerado y respetado.