La circuncisión es una cirugía menor, pero cuidadosa. Si tomas la decisión de circuncidar al bebé, ten en cuenta que es necesario la intervención de un buen médico y el debido cuidado postoperatorio.
La religión, la preferencia de los padres o la salud de niño, son factores que influyen en la decisión de circuncidar al bebé. Si optas por realizarlo en su primer año de vida te recomendamos que lo realices con un especialista.
La circuncisión no requiere de muchos preparativos, pero sí de un cuidado post operatorio. Los especialistas dicen que cerca del 96% de los niños nacen sin que el prepucio, la tela delicada de recubrimiento, se pueda correr.
Jalarlo para atrás podría causar molestias en el bebé, como la formación de anillos alrededor de la cabeza del pene, inflamación, pequeños sangrados, supuración o malestares más complicados como la fimosis, el cubrimiento del glande.
Una vez que el pediatra haya realizado la circuncisión, te indicarán cómo cuidar la herida de la operación contra las bacterias. El uso de la gasa y de una crema antibacterial ayudará a que la herida cicatrice adecuadamente. No olvides aplicar la crema después del cambio de pañal, por un laxo de 7 días. Los siguientes días, podrás remplazarla por vaselina.