Existen muchas razones consideradas por adultos antes de animarse a educar a sus niños en casa, sin la intervención de la escuela, como normalmente se produce en la mayoría de familias.
El concepto de “escuela” suele ser poco atractivo para muchos matrimonios, que sin ánimos de generalizar están en desacuerdo con la metodología académica empleada, asimismo, ven en la interacción escolar un factor negativo, donde los niños aprenden a competir por ser los mejores.
En otros casos, los padres deciden acceder a una instrucción personalizada debido a los problemas físicos o limitaciones mentales mostradas en sus niños. También consideran retirar a sus pequeños de las aulas cuando son víctimas de acoso escolar o ven en su entorno grupos rebeldes con riesgo a influenciarlos.
Ventajas:
Se complementa y cumple el objetivo de la escuela cuando se incluyen actividades de recreación con otros niños.
Es una alternativa cuando las escuelas consideradas por sus padres cierran vacantes antes de su inscripción o admiten a una cantidad superior de alumnos (exceso de niños).
Las familias se acercan mucho más. Los padres disfrutan al lado de sus niños mientras los educan.