Tu hijo ya no es un bebé y has decidido que ha llegado el momento de llevarle a la peluquería, pero ¿y si se asusta al ver al peluquero acercarse con las tijeras? ¿Y si no para ni un segundo y es imposible cortarle el pelo?
Aunque te parezca que la experiencia va a ser un completo desastre, no tiene por qué serlo si preparas a tu niño.
A los niños hay que cortarles el pelo con frecuencia, lo más recomendable es hacerlo mensualmente o cada mes y medio, y nunca dejar pasar más de 2 meses si quieres que tenga un pelo sano y se mantenga su corte. Asimismo, sea niño o niña, no debe tenerlo muy largo, ya que le resultará más incómodo.
Es posible que hasta ahora te vieras capaz de ir cortándole tú misma el pelo, pero con esta edad, tu niño ya no es un bebé y puede empezar a llevar un peinado más elaborado, aunque probablemente tú no te sientas lo suficientemente hábil como para realizárselo. Así que, aunque te asuste la idea, ha llegado la hora de llevar a tu hijo a la peluquería.
Si es la primera vez que va, le resultará un sitio muy extraño: tanto ruido, gente sentada con rulos, otros con papel de aluminio en la cabeza, adultos con tijeras en las manos… Así que para evitar las lágrimas y un viaje en balde, lo mejor será prepararle antes:
- En casa juega a las peluquerías con él. Hazle cortes de pelo imaginarios a sus muñecos o peluches. Después proponle que sea él quien se siente y córtale un pequeño mechón para demostrarle que no duele.
- Llévale a la peluquería como espectador. Podrá acompañar a su hermana mayor, a papá o a mamá. Cuando les vea sonreír, sabrá que no tendrá que preocuparse.
- Quédate a su lado todo el rato cuando le llegue el turno a él. Se sentirá más seguro si te tiene cerca.
- Explícale exactamente qué es lo que le van a hacer: «Primero te lavarán el pelo, luego te lo van a cortar un poco para que estés más guapo, y por último te lo secarán y peinarán como hago yo en casa cuando te lo lavo».
- Distráele con algún cuento o historia para que se le haga más ameno y corto.
- Si es posible, concierta antes una cita para que no tengáis que estar esperando vuestro turno durante mucho rato. Cuanto menos tiempo tenga que estar allí, mejor.
- El mejor momento para ir es cuando el niño está descansado, es decir, desde primera hora de la mañana hasta un par de horas antes de comer, o después de su siesta.
- Si se cansa y se pone a llorar, sácale un rato fuera de la peluquería y llévale a dar un pequeño paseo para que se calme.
- Si tu hijo es muy inquieto, lo mejor será que le laven el pelo tumbado para que tenga menos opción de moverse o que le sientes encima de ti.
- No debes ir con prisa a la peluquería. Si es necesario, el niño tiene que poder tomarse su tiempo antes de sentarse para que vea cómo trabajan allí y para que se familiarice con el peluquero.
- Elige peluquerías infantiles. Si piensas que a pesar de todo tu hijo se va a asustar, escoge salones especializados. Allí tienen todo lo necesario para que los niños disfruten de su sesión de corte y peinado.