Tras el parto, si has optado por la lactancia materna, no pasará mucho tiempo hasta que hayas de darle la primera toma a tu bebé. Se recomienda dar el pecho por primera vez tan pronto como se pueda, alrededor de unas dos horas después del parto.
Durante las primeras horas, el reflejo de succión es más fuerte y es fácil que el bebé tome el pecho y se agarre correctamente al seno simplemente si se le coloca encima de la mamá. Otra ventaja de poner al bebé cuanto antes a que tome el pecho es que favorece la subida de leche.
Después de estas primeras horas en las que el bebé está más despierto y alerta, el recién nacido entra en una fase de somnolencia. Pasadas esas dos horas iniciales, el bebé entra en un sueño que dura entre entre 6 y 12 horas, en las que costará despertarle para colocarle al pecho.