La leche de continuación se utiliza para alimentar a los bebés a partir de los cuatro meses, cuando estos van a abandonar la leche materna. Existen distintos tipos de leche de continuación, cada una indicada para una etapa del bebé.
Así, la leche de continuación del tipo 1 está indicada para bebés de menos de 4 meses y puede ser distinta según la necesidad. La leche de continuación terapéutica, por ejemplo, está dirigida a los niños que muestran cierta predisposición a sufrir alergia a la leche. Por su parte, la leche adaptada es muy similar a la leche materna por la cantidad de proteínas que contiene.
Para bebés mayores a cuatro meses de edad, está indicada la leche de continuación del tipo 2, que puede utilizarse hasta que el niño ya pueda beber leche de vaca normal. El paso de la leche materna a la leche de continuación debe ser paulatino y nunca debe llevarse a cado de golpe.