Hoy en día son más los docentes y padres de familia que reconocen la importancia de fomentar la literatura infantil. Es una entrada a la imaginación y más adelante al conocimiento.
Los cuentos infantiles están llenos de ilustraciones, son coloridos, llamativos e impactantes. Un niño de 3 años se prende fácilmente de un cuento cuando reconoce todas estas características en ellos.
Si desde sus primeros años no se motiva el amor por los libros, o se les acerca material poco interesante para su corta edad, es muy probable que les cueste apoyarse en textos educativos cuando ingresen en la escuela primaria.
Los libros infantiles entretienen, es cierto, pero también buscan educar a través de las imágenes. Se tejen historias cortas que captan la atención de los niños y les transmitan algún mensaje.
Piensa en libros de plástico, tela o cartón si tu niño es aún pequeñito. Ellos suelen maltratarlos mientras los observan pero con este material es más fácil su manejo y conservación.