Si tu niño mantiene una actitud conflictiva desde hace ya algún tiempo, dialoga con tu pareja y juntos reflexionen en la forma como vienen educándolo, tal vez lo más conveniente sea cambiar ciertas actitudes
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Exprésale claramente cómo deseas que se comporte en casa o en la de algún compañerito. Evita las frases irónicas o los gritos
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Míralo a los ojos mientras le hablas
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Cerciórate que entiende tus indicaciones, es bueno seguirlas pero si no las comprende será un cambio superficial
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Muéstrale cual será el resultado de su buena conducta. Por ejemplo si se niega a guardar sus juguetes puedes decirle: “Ordena tus muñecos rapidito para pasar más tiempo con la abuela”
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Menciónale cuál será la consecuencia de su mala conducta. Plantea castigos razonables y cúmplelos aunque tu hijo te pida una segunda oportunidad
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Reemplaza los gritos por una actitud controlada. Recuerda, el niño ya te escuchó antes levantar la voz, para él no será novedad
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Enséñale con el ejemplo y si cometes un error pídele disculpas.