Quizá te haya sucedido alguna vez. Llegas a casa y encuentras un niño entrometido curioseando en tu cocina o tratando de ingresar a tu habitación, es nada menos que el amigo(a) de tu hija, tremenda sorpresa.
Cada padre cría diferente a sus hijos, por lo tanto si tu pequeño no tiene esas costumbres, probablemente te será más dificultoso tolerar este tipo de actitudes. Primero medita antes de reaccionar, recuerda que estamos tratando con niños aún pequeños y es mejor meditar por qué te desagrada tanto ese niño
Obsérvalo, estamos hablando de un niño desobediente, maleducado o tiene una personalidad dominante, siempre independiente en sus decisiones. Los niños entrometidos también pueden ser corregidos en casa ajena, encuentra una forma cordial de hacerlo y procura que tu hijo no se sienta ofendido con la corrección a su amigo querido.
Es perfectamente normal ponerles límites a estos pequeños, aún cuando no sean tus hijos, si en su casa sus padres han descuidado los buenos modales y la prudencia en su educación, tú puedes ser un ayuda clave.
Si existen otras actitudes incontrolables en el niño y tienes amistad con sus padres sería bueno que dialoguen sobre esos temas a fin de ayudarlo. Son situaciones delicadas, es verdad pero mientras se tenga 6, 7 u 8 años los niños pueden cambiar sus hábitos sin muchos problemas