Desde el primer año de vida es posible detectar algunos dificultades en la visión del bebé. Estas pueden ser: temblor en sus ojitos y no responder al llamado de sus padres con la mirada.
Señales de alerta en los niños:
Se quejan de dolores de cabeza.
Se sientan muy cerca del televisor.
Se esfuerza en mirar a las personas u objetos colocado a cierta distancia. Aprietan los ojos para enfocar mejor.
Son tímidos y distraídos.
Prefieren actividades que se puedan desarrollar a distancias cortas, entre ellas: la pintura, la lectura, las manualidades o los juegos de mesa.