Irritable o enojado todo el tiempo, así describen muchas personas a tu pequeño niño, el menor movimiento lo perturba: un leve empujón, una mirada, perder en un juego, hasta tus indicaciones parecen ser molestas para él.
Lo cierto es que la personalidad es un valor importante para definir a este grupo de niños. Conocemos a los chicos pesimistas, a los optimistas; pues bien, también existen aquellos con poca tolerancia, donde el enojo hace su aparición con frecuencia.
El enojo descontrolado también se relaciona con los niños impulsivos (explosivos) o en los perfeccionistas, cuyos objetivos siempre están orientados al logro de metas ; el no alcanzarlas produce en ellos frustración, a veces traducido en enojo.
La ausencia de los padres en el hogar también ocasiona niños enojados, muestran esta conducta para expresar cuanto echan de menos a sus progenitores y cuanto los necesitan.
Es necesario estar atenta a la conducta de los niños, es posible que su actitud irritable no se deba a ninguna de las causas descritas en los párrafos anteriores. Un niño puede mostrarse molesto por falta de alimento, cansancio o quizá por situaciones que no te comenta por vergüenza o temor a ser castigado.