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Preparar al niño para su entrada en la guardería

Preparar al niño para su entrada en la guardería 6 agosto, 2008Deja un comentario
Grupo de niños y madres
Grupo de niños y madres

Durante los meses previos a la entrada del niño en la guardería, deberemos concienciar y preparar a nuestro hijo.

Les hablaremos de otros vecinos o amiguitos que irán allí, les contaremos qué harán y a qué jugarán. Podremos pasear con ellos a menudo por la puerta del centro para que se habitúen al entorno.

Consultaremos a los padres de otros niños que asistan a esa misma guardería su impresión sobre años anteriores.

Nos preocuparemos por la nueva experiencia de nuestros hijos, que también será una gran experiencia para nosotros, sobre todo si somos primerizos.

  • A la hora de llevar a nuestro hijo a la guardería, podemos hacerlo de una forma progresiva, sobretodo si es muy pequeño (menos de 18 meses).
  • Intentaremos dejarlo dos o tres horas, al principio, para que conozcan a los otros niños y a los maestros.
  • Es bueno que, cuando empiece el niño a ir a la guardería, seamos nosotros quienes vayamos a recogerlo.
  • Conforme el pequeño se habitúe al entorno y a la rutina de ir todos los días y ver a las mismas personas, distintas a sus padres, ya podrán otros familiares hacerse cargo de recogerlo a la salida, porque no reclamarán de la misma manera la figura materna.
  • Asimismo, el horario del niño en la guardería se podrá ir ampliando al tiempo que el niño se vaya haciendo más mayorcito. Muy pronto, nuestro hijo dejará de ver la guardería como un lugar extraño y pasará a sentirse integrado en ese ambiente.
  • Al comienzo del segundo año de guardería, es probable que los padres piensen que se ha dado un paso atrás, pues es corriente que el niño vuelva a llorar por despegarse de sus padres después de las vacaciones, pero la readaptación será mucho más rápida.
  • Muy pronto, el niño se sentirá el dueño del espacio de la guardería, ante los niños más pequeños, que hayan comenzado a asistir en el nuevo curso.
  • Esta situación, vivida por el niño en la guardería, puede dar lugar a importantes cambios en la actitud de un niño dentro y fuera de la guardería. Es posible que los padres empiecen a notar una cierta madurez en algunos aspectos de su hijo.
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