Si quieres que tu niño asmático no sufra, tan seguido, de sus crisis asmáticas evita fumar delante de él y protégelo de los efectos del humo del tabaco.
Además, si un niño con asma convive con fumadores tiene más probabilidades de necesitar acudir a un servicio de urgencias médicas a consecuencias de una crisis asmática grave, así como faltar más al colegio por culpa del asma y medicarse aún más para tratar el asma. En estos casos, su asma es más difícil de controlar, incluso con medicación.
Incluso los niños que no tienen asma tienen más riesgo de contraer infecciones de las vías respiratorias altas y de desarrollar trastornos pulmonares, incluyendo el asma. Por eso, la mejor manera de ayudar a tu niño es dejar de fumar, pero si deseas continuar fumando NO lo hagas dentro de tu casa o de tu automóvil.
Si quieres evitar que tu niño respire el humo del tabaco que fuman otras personas, evita los restaurantes y fiestas donde la gente fuma-elegir la zona de no fumadores no es suficiente. No permitas que tus invitados fumen dentro de tu casa o automóvil. Pídeles a tus amigos y familiares que no fumen cerca de tu niño.
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