Los gritos o las ofensas en casa o en la escuela logran debilitar la autoestima en los niños cuando aún son muy pequeños y no tienen el apoyo necesario en algún miembro cercano de su familia.
A continuación te mostramos unas características en él a consecuencia de una baja autoestima:
En la escuela el niño se muestra inseguro, angustiado, con pereza o vergüenza. En ocasiones son los maestros quienes con frases hirientes le hacen pensar que sus capacidades son inferiores a las de sus compañeros.
Un escenario diferente aunque no menos optimista puede darse en el hogar. El pequeño siempre es criticado por sus padres cuando comete errores y en el peor de los casos comparado con otros niños (tal vez sus propios hermanos) con mayores aciertos. En situaciones como estas, la tristeza, enojo y rencor suelen terminar en depresión.
Otras formas de expresar su descontento:
- Culpabilidad, cambios repentinos de humor, ansiedad; miedos injustificados, hipersensibilidad y enfermedades psicosomáticas.