Para algunos especialistas, la mayoría de las picaduras de arañas son inofensivas, pero existen arañas como la viuda negra o la reclusa parda (vive mayormente en EE.UU) que son muy peligrosas y pueden causar hasta la muerte.
Por eso, si te das cuenta de que tu niño ha sufrido la picadura de una araña tienes que lavar inmediatamente el área afectada con abundante agua y jabón, aplicar una bolsa de hielo envuelta en un trapo o en una toallita fría y húmeda en el lugar de la picadura.
Para evitar la infección en la zona afectada aplica una loción o crema antibiótica. Si la picadura es en un brazo o pierna eleva el miembro para que evites la hinchazón; y si la herida ya está hinchada, tu niño debe tomar remedios contra la alergia.
No olvides que el tratamiento rápido es fundamental para evitar complicaciones más serias. Por eso, lo mejor será que busques atención médica para un tratamiento adicional. Este tratamiento puede incluir masajes musculares, calmantes para el dolor y otros medicamentos.