Si tu bebé es de aquellos que rechazan las frutas y las verduras, estos son algunos de los trucos que pueden ayudarte a conseguir introducir estos alimentos en su dieta:
- Aprovéchate del color y la vistosidad. Utilizar esta propiedad de las frutas y verduras para presentar los platos de forma atractiva.
- Juega con las formas. Utiliza los moldes para hacer galletas o los específicos para dar forma a las frutas y verduras y atrévete a elaborar figuritas: corazones de manzana, flores de alcachofa…
- Inventa, prueba nuevas recetas. La ensalada o un plato de espinacas producen un rechazo casi inmediato en los más pequeños, así que agudiza el ingenio.
- Camúflalas. Si de ninguna manera consigues que tu hijo coma frutas y verduras, habrá que pasar a la «operación camuflaje». Los purés, las cremas y los pasteles son las mejores opciones para introducir la verdura y la fruta en la dieta infantil sin que se den cuenta. Añadirles suplementos como picatostes, bechamel o queso rallado consigue disuadir a los más reticentes.