Desarrollar habilidades cognitivas es vital para los niños. Hacerlo jugando es la mejor forma de que los más pequeños desarrollen el lenguaje, la atención, la memoria y aprendan a interpretar conceptos abstractos. Es más, su personalidad y comportamiento dependen en gran medida de un desarrollo cognitivo sano y adecuado. En este sentido, los juegos de mesa como los rompecabezas, los puzles o los juegos de construcción tienen un papel importantísimo.
En el caso de los puzles, por ejemplo, podemos destacar que es uno de los juegos más completos, puesto que requiere de paciencia, concentración, razonamiento lógico y capacidad de observación. Además, se trata de un juego apto para todas las edades, tanto para los más pequeños y los adolescentes, así como un pasatiempo ideal para los adultos. Si quieres más información, pinchando aquí tendrás acceso a una gran variedad de puzles y juegos de mesa con los que ayudar y entretener a tus hijos, sobrinos o niños a tu cargo.
En el siguiente artículo, repasamos los mejores juegos para niños y los beneficios que les aporta en su aprendizaje.
Los mejores juegos para los niños
De todos los juegos que podrías compartir, regalar o enseñar a disfrutar a niños y niñas, algunos de ellos son especialmente beneficiosos para su desarrollo cognitivo. Se pueden diferenciar en dos grandes grupos: los juegos que implican actividad física y los juegos intelectuales. A continuación, detallamos las ventajas que tiene cada modalidad de juego:
Puzles y rompecabezas
Este tipo de juegos son ideales para ayudar a los más pequeños a desarrollar su memoria visual. También les ayuda a trabajar su razonamiento lógico y visual-espacial, la paciencia, la concentración y la memoria a corto plazo. Otro de sus beneficios es la atención al detalle, la capacidad para resolver problemas y la mejora del estado de ánimo.
Juegos de construcción
Unir piezas de bloques o LEGO ayuda a los niños a mejorar su creatividad al tiempo que les ayuda a resolver problemas. También sirven para que aprendan a pensar de forma espacial, y algo también importante, a seguir instrucciones. Todo ello, a su vez, fomenta el autocontrol, la concentración y la atención plena, fomentando una mayor relajación.
Juegos de memoria e imitación
Los juegos de memoria son una forma estupenda de entrenar el cerebro de los niños para recordar y reproducir información. Al mismo tiempo, también desarrollan sus capacidades de concentración y atención. En cuanto a los juegos de imitación, son muy útiles para mejorar su lenguaje y aprender a comunicarse mejor.
Juegos que implican actividades artísticas
Dibujar, pintar o modelar son una excelente manera de ayudar a que los niños utilicen su imaginación. La creatividad es un aspecto indispensable en el desarrollo cognitivo; por eso, el arte es esencial para los más pequeños. No solo aprenden a valorar obras artísticas, sino a reproducirlas o crearlas con sus propias manos.
Actividades de lectura y escritura
Con los cuentos y las actividades que impliquen leer y escribir, no solo están aprendiendo dichas habilidades, sino que están ampliando su vocabulario y mejorando su memoria y atención. Si además se les anima a escribir sus propias historias o cuentos, también conseguirán desarrollar su imaginación y su autoestima.
La música y el baile
Todas las actividades que conlleven escuchar música y aprender a tocar un instrumento desarrollan la memoria auditiva y generan endorfinas. La música no solo contribuye a la felicidad de los más pequeños, sino que los ayuda a relacionarse mejor y a saber compartir con los demás, a través del baile o el canto. Algo que también les divierte.
Juegos y actividades al aire libre
Jugar al aire libre también es importante para el desarrollo cognitivo de los niños. No solo sirve para desarrollar su motricidad y coordinación, sino también para establecer relaciones sociales. Además de lo físico, lo mental y lo emocional, los juegos clásicos al exterior no pueden faltar: por ejemplo, saltar a la comba, jugar el escondite, etc.
Sea como fuere, para fomentar el desarrollo cognitivo de niños y adolescentes, lo mejor es aprender a alentar en ellos la curiosidad. Enseñarles a pensar por sí mismos es otra recomendación clave, así como fomentar su independencia. Hay que darles la oportunidad de aumentar su aprendizaje en entornos seguros, pero que a la vez sean estimulantes.
Por ello, lo más adecuado es ofrecer a los más pequeños una gran variedad de actividades y juegos posible. Desde juegos al aire libre hasta juegos de mesa, incluyendo todo tipo de actividades divertidas que atraigan su atención. Jugar es la mejor manera de ayudar a los niños a crecer sanos y felices. En resumen, si quieres que tus hijos se desarrollen cognitivamente de forma adecuada, comparte con ellos una gran variedad de juegos.
No te limites a comprarles un rompecabezas y dejarlos que se entretengan solos. Jugar con ellos también es fundamental para poder transmitirles las reglas del juego y el entusiasmo por jugar. Y recuerda, con un simple puzle, no solo conseguirás que se entretenga durante horas, sino también estarás ayudándole a mejorar numerosas capacidades cognitivas. Deja de lado la tecnología y recupera los juegos clásicos, que no solo aportan muchos beneficios, sino que los protegen de contenidos inadecuados y les permiten aprender por sí mismos.