Durante el 2020 y el 2021, toda la sociedad se enfrentó a un problema para el que se necesitaban medidas sanitarias urgentes. La pandemia provocada por el Covid 19 ha llevado a adaptarnos a una nueva realidad.
Dentro de este contexto, algunas de las medidas adoptadas en el sector de la educación han provocado una serie de consecuencias. En este caso, los niños alérgicos al polen han tenido que adaptarse a las medidas de seguridad establecidas en los colegios. Por ejemplo, mantener las ventanas abiertas ha empeorado mucho su condición, sobre todo en primavera y otoño.
Y es que, las recomendaciones sanitarias de prevención de la pandemia son totalmente opuestas a las recomendaciones que aconsejan para niños alérgicos. Hablamos de mantener las ventanas abiertas, crear corrientes de aire o realizar actividades al aire libre.
Esto ha puesto de manifiesto la necesidad de desarrollar medidas concretas para que esos niños que han empeorado sus alergias durante estos meses.
Medidas y soluciones para niños alérgicos al polen
Desde la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), se han propuesto algunas prácticas. De este modo, los niños alérgicos podrán tener unas condiciones óptimas y reducir su exposición al aire exterior.
El uso de mascarillas beneficia a los alérgicos
Las mascarillas ffp2 niños son uno de los mejores métodos de barrera para que los niños alérgicos puedan respirar con normalidad dentro de un aula con las ventanas abiertas. Concretamente, las mascarillas FFP2 filtran hasta un 95% de las partículas alérgenas presentes en el aire y se ajustan a la cara de los niños de forma más óptima.
En este sentido, las mascarillas FFP2 infantiles son una alternativa mucho más eficaces que las mascarillas quirúrgicas. Igualmente, a la hora de comprar las mascarillas FFP2 infantiles, es muy importante escoger bien la talla para que se ajuste a la cara de manera correcta. Y, además, sea cómoda y proteja adecuadamente.
Sea como sea, mientras los niveles de polen sigan aumentando, la recomendación es que todos los niños alérgicos utilicen de forma continuada una mascarilla FFP2 durante toda la jornada escolar.
Medidas a tomar dentro del aula
Dentro del aula, también son necesarias algunas medidas concretas que ayudan a mejorar la situación de los niños alérgicos al polen en el día a día. Está claro que las clases deben impartirse en aulas con las ventanas abiertas por las recomendaciones sanitarias. Sin embargo, también se puede trabajar para que los niños alérgicos sufran lo menos posible a raíz de las medidas anti Covid-19.
En primer lugar, lo principal sería estudiar cada aula para poder asignar a los niños alérgicos las zonas más protegidas y alejadas lo máximo posible de las ventanas. De este modo, una buena idea es colocar sus mesas contra paredes o puertas, de forma que el aire de las ventanas no llegue de forma tan directa hacia ellos.
Además, también es recomendable evitar que los niños alérgicos se sienten en zonas que tengan corriente de aire, ya que es más probable que lleguen restos de polen.
Instalaciones técnicas para mejorar la calidad del aire
Otra de las medidas que se recomienda tomar en escuelas e institutos para reducir al mínimo la exposición de los niños al polen es utilizar los sistemas de climatización de manera adecuada. Manteniendo los conductos y los filtros limpios de los aparatos acondicionados se minimiza la entrada del polen al interior y se propicia que la calidad del aire aumente.
Al mismo tiempo, también se sugiere que, en cada clase, se instalen aparatos portátiles de limpieza de aire que incluyan filtros HEPA. Estos filtros purifican el aire del interior del aula y retienen e, incluso, eliminan las partículas alérgenas perjudiciales para la salud de los niños.
Recomendaciones en exterior
En el caso de tener que realizar actividades educativas en el exterior, los niños alérgicos al polen deben tener especial cuidado.
De igual manera, se recomienda el uso continuado de una mascarilla FFP2 que ayude a reducir la cantidad de polen que respira el niño. Aunque las medidas sanitarias no contemplen la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores, es lo más recomendable en su caso.
Además, también se aconseja evitar al máximo las actividades al exterior. Pero, en caso de tener que hacerlas, es importante acompañar la mascarilla con unas gafas de sol.