Responde a estas afirmaciones con un Sí o No, de acuerdo al comportamiento mostrado por tu pequeño:
Su comportamiento es diferente al habitual.
Está irritable, demasiado sensible y llora sin motivo aparente.
Contesta con agresividad o intolerancia.
Desobedece las indicaciones más sencillas, como una manera de rebelarse ante las reglas.
Lo percibes distraído o pensativo.
Crees que está preocupado, no se comunica como antes, algo extraño en él.
Tiene pesadillas. Se descansa muy cansado.
Prefiere quedarse en casa y no asistir a las reuniones familiares o a los cumpleaños de sus amigos.
Se muestra inapetente o por el contrario, como a todas horas.
Cambios físicos:
Tartamueda
Le sudan las manos
Muerde sus uñas
Tira de sus cabellos cuando se siente angustiado
Siente dolor de cabeza y de estómago.
Si las afirmaciones que te presentamos, solo tienen 3 coincidencias con la actitud de tu niño pierde cuidado.
Lo ideal es que las preocupaciones de nuestros niños sean pasajeras, pero si se prolongan por la menos 3 meses, lo mejor es consultar con un psicólogo infantil.