En el almuerzo o mientras se dirigen a casa los niños suelen contarnos sus actividades en el colegio. Aprovecha ese tiempo para preguntarle, de manera casual, si tiene un compañerito que tose y estornuda mucho o se muestra constantemente agitado.
Si la respuesta es afirmativa, por ningún motivo le digas que se aleje de él. Eso generaría pánico en tu niño y rechazo hacia el compañerito afectado. Deberás ser tú el que maneje la situación.
Al día siguiente, como quién lo llevas al colegio, acércate a la profesora y coméntale el caso. Estos, al saber que no es una simple gripe, sino una pandemia que ha tenido consecuencias funestas, llamarán al padre del niño posiblemente infectado, para que le hagan una prueba de descarte.